Las moscas son unos de los insectos que más proliferan en los entornos urbanos. Aunque hay especies beneficiosas, otras como la mosca doméstica constituyen un grave problema para los dueños de restaurantes y cafetines. Te explicaremos aspectos muy interesantes de la forma de reproducción de las moscas.
¿Cuándo está preparada la mosca para reproducirse?
El promedio de vida de una mosca generalmente es entre 10 y 25 días, pudiendo vivir hasta más de un mes. A los 5 días de vida ya está lista para reproducirse. Debido a ese corto ciclo de vida vamos a tener aproximadamente 10 generaciones de moscas al año.
La mosca adulta ya tiene su sistema reproductor maduro y preparado para cumplir su función. La hembra presenta un órgano ovopositor segmentado que puede ser extendido y retraído a voluntad para facilitar la puesta de los huevos.
¿Cómo es comportamiento reproductivo de las moscas?
Los insectos tienen comportamientos de apareamiento complejos y las moscas no son la excepción. Consiste en 3 etapas que te explicaremos a continuación para que entiendas mejor la forma de reproducción de las moscas.
Seleccionar la pareja
Te sorprenderá saber que las moscas tienen tácticas sofisticadas para seleccionar su pareja. Consiste en una serie de estímulos y señales, principalmente visuales y olfativas. Sus ojos son compuestos les permite tener una excelente vista panorámica. Por eso no es de extrañar que los estímulos visuales sean los principales implicados en la búsqueda de pareja.
Una señal visual utilizada por las moscas hembras consiste en reflejar la luz mediante la agitación de sus alas. Esta táctica sólo funciona en los días soleados. La frecuencia de esta luminosidad es captada mejor por moscas macho en edad reproductiva.
Algunas especies como las moscas de frutas producen feromonas que son indispensables para el reconocimiento del sexo y especie de una pareja potencial. Cuando se suprime la producción de feromonas los machos pueden intentar aparearse con machos o insectos de otras especies. Las hembras sencillamente no se sienten atraídas por machos que no producen feromonas.
Establecer un cortejo para la hembra
El cortejo sexual de las moscas es un dueto; el macho y la hembra se envían señales antes que comience la cópula. El macho de la mosca de la fruta se acerca a la hembra y golpea suavemente su abdomen. A continuación emite el canto de cortejo haciendo vibrar sus alas.
Si en esta etapa del cortejo la hembra aún se muestra receptiva el macho salta sobre ella por detrás. La secuencia acercamiento- vibración-salto es ejecutada de manera muy hábil y rápida por el macho antes de la cópula.
La copulación
Recientes investigaciones indican que las moscas hembras poseen circuitos neuronales que se activan durante la cópula. La activación de estos estímulos nerviosos produce la receptividad de las hembras hacia el macho. También contribuyen a que la se detenga por un corto lapso de tiempo para la cópula.
El macho despliega sus piezas genitales y sus lóbulos se cierran alrededor del ovopositor femenino para depositar el semen. Las piezas genitales tienen unas cerdas que estabilizan el acoplamiento de los órganos sexuales y aseguran una cópula efectiva.
El semen es depositado en una estructura llamada espermateca y queda disponible para la fecundación de los huevos. La capacidad de almacenar el esperma permite que los huevos sean fecundados por lotes y las moscas hagan varias posturas. Se dice que la mosca doméstica es monógama.
Los huevos van madurando por lotes, pudiera suceder que la mosca doméstica hembra se aparee con otro macho. Esto no sucede porque junto con el esperma del macho va una sustancia química que actúa en el cerebro de la mosca e impide que sea receptiva a otros machos posterior a la cópula.